En busca de una máquina de coser

Esta semana salimos en busca de una máquina de coser para el nuevo emprendimiento de mi amiga Bonia, recorrimos varias cadenas de tiendas para mirar precios y comparar.  Ella buscaba una máquina Brother y por allí empezamos, llamando a Brother Chile, para recibir la sorprendente noticia que no tienen sala de ventas propia y nos explicaron que sus productos se encuentran en cadenas como Paris, Ripley o Fallabela.  En ellas pudimos constatar que son muy pocos los modelos que tienen de Brother y otras marcas y justo la que ella buscaba solo la traen a pedido.

Descartado Brother fuimos en busca de Singer Chile, a pesar del tiempo que llevo viviendo en Chile aún me cuesta encontrar las direcciones y este día no fue diferentes caminamos desde Plaza de Armas hacia Bulnes y pasamos unas 3 veces cerca de la tienda que no lográbamos encontrar, ni siquiera preguntando.  Cuando por fin llegamos estaba cerrada por almuerzo.

Descartado Singer Chile fuimos a la Casa de la Costura una tienda que hacía tiempo había visto pero nunca había entrado, pero como si nada, desierto total como aquella propaganda donde el señor entra a una farmacia a comprar pañales y lo que encuentra es el propio eco de su voz, ni nos miraron.

Descartado La Casa de la Costura nos fuimos al frente Dismaco (calle Rosas) y ya estaban bajando las Santa María, así que apresuramos el paso con la certeza de que nos cerrarían la puerta. Pero no ... afortunadamente nos atendió el señor Celso Cabrera (nuestra estrella de oro para este vendedor) que a pesar de que ya estaba a pocos minutos de salir a su descanso de almuerzo tuvo la paciencia de explicarnos, darnos precios y esperar que nos decidiéramos y adivinen cuál ... por una Bernette de Bernina ... y es que ahora me pregunto yo ¿por qué no hicimos eso desde un principio? si es mi favorita.

Por fin en Dismaco (Calle Rosas) compró la Moscow 2, la más básica de las Bernette.  La compra incluye un cursillo de adiestramiento.

Un cursillo de 4 horas con Francisca Gil (Instructora de Dismaco) pasamos una agradable mañana y aprendimos muchas cosas, más de las que esperábamos, muchas gracias por la paciencia y por soportarnos. Nuestra medalla de oro para la instructora.

Aunque aquí tampoco todo fue color rosa, porque luego del cursillo, hay dos anécdotas desagradables que hacer notar de Dismaco (Av. Bustamante)  Al terminar el cursillo quedamos enamoradas de varios accesorios los cuales nos dispusimos a comprar, pero la atención en ventas fue pésimamente nula.  No habían sino tres clientes en el mostrador y tres personas tras el mostrador, un señor mayor atendía una, un hombre joven estaba detrás de un monitor haciendo alguna tarea impávido a la presencia de los clientes, y una señorita entraba y salía, no se respetó el orden de llegada y Bonia hizo dos intentos de llamar la atención del señor mayor que abiertamente la ignoró, pésimo de muy mal gusto la actitud. Nuestra medalla de cartón para el personal de ventas.

Al día siguiente tuve que regresar pues habíamos dejado olvidado un accesorio de la máquina, y pregunto por la Srta. María Alejandra (persona contacto para solventar el asunto) y un hombre joven luego de meditar unos largos segundos 

• Me dice: "no ha llegado"
• Yo: ¿Y la Srta. Francisca?
• Él: ¿Francisca cuánto?
• Yo: No lo se, es la joven instructora de Bernina
• Él: Tendrá que esperar que llegue María Alejandra
• Pienso yo: ¿y es que no tienen modo de comunicarse por teléfono interno, y preguntar en Adiestramiento?

Me di vuelta y como Pedro por su casa sin mediar con ninguna otra persona subí y la busqué yo misma, resuelto el problema, besito para acá besito para allá y listo.

APRECIACIONES:

• Me parece que este grupo de trabajo es como esas familias disfuncionales que viven juntas por necesidad pero no existe el mayor interés de cooperar entre ellos mismos, mucho menos con el cliente.
• Al ingresar personal nuevo (al menos en mi país) se suele reunir a todos y presentar al nuevo empleado con nombre, apellido, cargo y departamento al cual ha sido asignado, aquí nadie conocía a la Srta. Francisca Gil.
• Independientemente si el personal está asignado a tareas diferentes a la venta, todos sin excepción deben tener conciencia de que siendo una empresa que vende productos, todo el personal debe estar dispuesto a prestar la mayor colaboración al cliente, pues nunca se sabe quién puede llegar para hacer una gran compra.
• No se trata de abofetear con delicadeza al cliente sino de ser proactivo y resolver situaciones, al fin y al cabo sus sueldos dependen de lo que los clientes compran ¿o es muy tonto lo que estoy diciendo?