Hacía ya bastante tiempo que me había propuesto hacer este proyecto y hoy por fin lo he terminado. En realidad no es una prenda que tenga gran originalidad en el diseño o dificultad, lo que me llamó poderosamente la atención fue la tela que sugieren en la revista. Un día cualquiera sin mucho que hacer caminando por la Av. Irarrázabal (Santiago de Chile) entré a una tienda de telas, donde las vendes por kilo, son típicos almacenes donde el caos invita a curiosear, poca estantería, poca clasificación y cestos enormes con trozos de todos los tamaños de todo tipo de telas y apareció ella una especie de tul elástico (sin embargo, estaba marcada como microfibra elástica) estampado con pequeñas flores y lo más importante no deshilacha, y la llevé.